JUAN CARLOS SUÑÉN | Casi me dio pena ayer escuchar a Albert Rivera, no porque hubiese perdido, sino porque parecía perdido asumiendo sin asumir y disponiendo (sin ponerse a su disposición) una ejecutiva nacional urgente y un congreso extraordinario.
[LA OVEJA NEGRA] Tiempos finales
GERMÁN VALCÁRCEL | La berciana es una sociedad rebosante de conciencias anestesiadas, que privilegia el equilibrismo, el eufemismo, la ambigüedad y la rendición intelectual.