Tagged: Germán Valcárcel

[LA OVEJA NEGRA] Los Borbones, Sanxenxo y después el Bierzo

GERMÁN. VALCÁRCEL | El próximo martes llega a la capital del Bierzo, Ponferrada, Felipe de Borbón, hijo legítimo y sucesor de ese comisionista franquista, obsesionado con la jodienda, como todos sus antecesores que, a pesar de lo que digan la basurilla republicana y los perroflautas anarquistas, “carece de asuntos pendientes con la justicia”.

[LA OVEJA NEGRA] La izquierda estatalista busca en el decrecimiento un nuevo nicho electoral

GERMÁN VALCÁRCEL | Como tengo la sensación que nuestros políticos, esos que tienen la ética en el mismo pasillo que el papel de limpiarse el culo, nos siguen contando el cuento de la lechera, y habiendo confirmado que Dios y el estado de derecho han muerto, propongo, como primera medida para salir de la situación actual, la necesidad de una catarsis que cambie las reglas del lenguaje, para que las trampas sean cada vez más difíciles de disimular, unas reglas en las que el latín de esa secta formada por los sacerdotes de la política pierda progresivamente validez, que todos podamos estar en condiciones de llamar al tramposo tramposo y al indigno indigno.

[LA OVEJA NEGRA] La conjura de los necios verdes

GERMÁN VALCÁRCEL |En estos tiempos de confusión y desmovilización social, los libros son una buena brújula para orientarse, buscar respuestas y plantar cara a tantas fobias y demonizaciones que hay que soportar, no solo desde la derecha ecofascista o neoliberal, sino desde la izquierda institucional, el reformismo político y ecologista, y todas esas sectillas dedicadas a buscar su éxito personal y a monetizar su disidencia controlada que, en el fondo, solo sirve para legitimar y dar un toque verde a un sistema expoliador, ecocida, genocida, profundamente antidemocrático.

[LA OVEJA NEGRA] El ecofascismo de Teresa Ribera deja huella en el Bierzo 

GERMÁN VALCÁRCEL | Aunque sé que vivimos en una sociedad totalmente degradada por la propaganda y la manipulación, cuyo principal motor de desarrollo es la ignorancia y el oscurantismo, no puedo evitar sentir una cierta desesperación ante la polarización y ceguera colectiva con la que estamos afrontando el convulso escenario al que estamos abocados.