[LA OVEJA NEGRA] Vivir con miedo
GERMÁN VALCÁRCEL | Con la ayuda del nauseabundo, alarmista y sensacionalista periodismo actual, nos tienen donde querían.
GERMÁN VALCÁRCEL | Con la ayuda del nauseabundo, alarmista y sensacionalista periodismo actual, nos tienen donde querían.
GERMÁN VALCÁRCEL | El ficticio cambio de poder que supuso la llegada del “gobierno de progreso”, conformado por una izquierda apoltronada y obediente a los intereses de los poderes fácticos y al servicio de un capitalismo extractivo y eugenésico, está suponiendo el mayor recorte de derechos y libertades habido en este país en los últimos cuarenta años.
GERMÁN VALCÁRCEL |En el retablo de las maravillas de los dirigentes políticos bercianos está empezando a ocupar un lugar de privilegio, por su multidimensionalidad, el antiguo “fontanero” del desaparecido exsenador y exalcalde de Camponaraya don Antonio Canedo.
GERMÁN VALCÁRCEL | Vivimos uno de esos momentos en la historia de la humanidad donde se dan cita todas las razones para un cambio de paradigma, para una revolución: el apocalipsis ecológico, la explotación desnuda, la miseria galopante, el reinado de lo falso, el naufragio de la política, la entronización de la vulgaridad y arrogancia de los poderosos, las crisis climática, energética y la creciente escasez de recursos materiales para sostener el sistema económico y social del que nos hemos dotado.
GERMÁN VALCÁRCEL | Solo un país servil, aborregado y genuflexo como este volverá a acatar, sin rechistar, confinamientos estrictos.
GERMÁN VALCÁRCEL | A pocos meses de haber aparecido el Covid-19 el espectro de la “crisis” se ha hecho sombra sobre el planeta.
GERMÁN VALCÁRCEL | Vivimos en una sociedad inimaginable.
GERMÁN VALCÁRCEL | Siempre me termina sorprendiendo la capacidad de tragar mierda que tiene la sociedad de la pequeña y provinciana ciudad donde vivo, Ponferrada.
GERMÁN VALCÁRCEL | La muerte de Julio Anguita y las cínicas reacciones habidas tanto en la derecha como entre la progresía y el social pancismo pesoista que lo difamó sin ningún pudor ni tregua, muestran con toda crudeza que vivimos tiempos de cinismo amargo y suciedad moral.
GERMÁN VALCÁRCEL | Discrepo de quienes sostienen que, como consecuencia de la pandemia, tengamos la mas mínima intención de cambiar el rumbo.