La exposición ha sido comisariada por el escritor Valentín Carrera, director de Biblioteca Enrique Gil y editor de las Obras Completas del romántico leonés, con producción gráfica de Campus na nube. La nueva imagen de Enrique Gil es una generosa aportación de Juan Carlos Suñén.

Enrique Gil: un romántico en la construcción de Europa rescata del olvido una figura política y literaria de talla internacional y pone en valor una ejemplar trayectoria europeísta, la del poeta, periodista y diplomático berciano y leonés Enrique Gil (1815-1846), bien conocido por la novela templaria El Señor de Bembibre. Gil fue un destacado diplomático español en Europa: el primero en estudiar a fondo la unión aduanera prusiana, antecedente directo del mercado común y de la actual Unión Europea.

A través de 27 paneles y una decena de manuscritos, la exposición desmonta las fakenews sobre Gil ¿que nunca firmó ni fue conocido en su tiempo como «Gil y Carrasco»¿, revelando su ideología progresista, su relación con la masonería o su homosexualidad. Frente a la imagen falsa de un rostro envejecido (Gil murió con 30 años), Carrera y Suñén proponen una nueva lectura icónica: la de un joven de 28 años, elegante, atractivo y dulce de carácter, camino de Berlín, donde trabó amistad con Alexander von Humboldt.

En 1843, Enrique Gil fue enviado a Berlín por el Gobierno de España para estudiar el Zollverein, la unión aduanera de Prusia, antecedente de la Unión Europea. Esta exposición presenta por primera vez la deconstrucción de la vida y obra de Gil, y sugiere una relectura contemporánea de su aportación a las vanguardias y a la construcción de Europa.

Los manuscritos originales

Además de los paneles, la muestra se completa con diez manuscritos originales de Enrique Gil, que fueron exhibidos en público por primera vez en Madrid, el pasado mes de septiembre, en el propio Archivo Histórico Nacional, donde se conserva el Expediente Gil. En Ponferrada se exhibirán reproducciones facsímiles de alta calidad, por razones de seguridad.

«La exposición abarca una época apasionante, de la que Gil fue testigo y protagonista», explica Valentín Carrera, comisario de Enrique Gil: un romántico en la construcción de Europa, la Europa posterior al Congreso de Viena y el fin del absolutismo en España, hundida por la Guerra de la Independencia. «Desde un origen humilde, Enrique llega a la corte de Federico Guillermo IV de Prusia en apenas diez años de vida pública. Culto, políglota, humanista, afectuoso, dotado de una prodigiosa inteligencia y memoria, el Enrique Gil admirador de Lord Byron forma parte de las vanguardias románticas y del movimiento europeísta. Y en esto radica la importancia de que el Parlamento Europeo, junto con las ciudades donde vivió y escribió, acojan y pongan en valor la figura del padre de las letras leonesas, un berciano universal», detalla.