Se acerca la Encina más triste, sin fiesta y sin encinas, pero con repetición de los mensajes autosatisfechos en la publicidad institucional y homenajes que son pura propaganda de los mismos que han acreditado sobradamente su ineptitud.
“Los que escriben al dictado de los políticos acabarán de escribidores, no de periodistas”, nos dejó dicho Antonio Núñez, antes de irse con este Agosto de 2020 que no olvidaremos nunca.
GERMÁN VALCÁRCEL | Soy de los convencidos que el virus de la COVID-19 existe -aunque jamás lo haya visto-, creo que hay una pandemia y que, en determinadas circunstancias y entre determinadas personas, el virus es muy pernicioso e incluso mortal, aunque en otras puede ser similar a una gripe o algo parecido.
Por primera vez en décadas, podríamos remontarnos al franquismo, muchos pueblos del Bierzo se están encontrando sin médico, y no es que no puedan acudir al consultorio por cualquier problema, que tenga que llamar para que el médico les atienda telefónicamente y solo si lo ve necesario acudir al mismo, no, literalmente se están quedando sin médico porque los médicos de cabecera que cogen las vacaciones no son sustituidos o solo unos días, es decir, si te pones malo el lunes llama y te tomarán nota para que se ponga en contacto contigo el médico el día que acuda a pasar consulta, esperemos que te cuadre bien y llegues vivo a ese día.
EDUARDO FERNÁNDEZ | Ya tendría su historia que yo me pusiera estupendo con los sueldos de los políticos.
La histeria covidiana (el último ejemplo lo aporta ese PP de Bembibre más papista que el papa reclamando la suspensión de las fiestas) y la necedad que flota en el ambiente abonan la aparición de noticias como Identificado el «payaso Virus» que ha despertado en Ponferrada la alarma social en las redes.
Igual Olegario Churchill debería preocuparse un poco más del estado de las calles y menos de los que él llama despectivamente coviplanistas, mezclando churras y merinas con atrevida ignorancia o deliberada mala fe.
Mientras la hoya berciana languidece,
hay una industria que nunca palidece,
obsoleta, improductiva y de moral raquítica,
es la industria de la representación política.
ALEJANDRO CAMPILLO PESTAÑA | Tras el golpe de confirmación del 23F, que vino a dotar de la legitimidad que el pueblo no pudo dar al Rey votando en 1978 un pack indivisible de democracia y monarquía, y las siguientes décadas de establecimiento del Estado del Bienestar y cierta prosperidad la Monarquía de la II Restauración ya tenía expiado el pecado original de su restauración franquista.
