[LA OVEJA NEGRA] Legitimadores de la barbarie, cuando Vox no es únicamente el problema
GERMÁN VALCÁRCEL | En tiempos en que se organiza la confusión y se ejerce conscientemente la arbitrariedad, es preciso hacer algo diferente.
GERMÁN VALCÁRCEL | En tiempos en que se organiza la confusión y se ejerce conscientemente la arbitrariedad, es preciso hacer algo diferente.
GERMÁN VALCÁRCEL | La concatenación de crisis –climática, energética, ecológica, escasez de recursos, pérdida de biodiversidad– está teniendo efectos demoledores en la vida cotidiana de la gente.
GERMÁN VALCÁRCEL |En estos tiempos de confusión y desmovilización social, los libros son una buena brújula para orientarse, buscar respuestas y plantar cara a tantas fobias y demonizaciones que hay que soportar, no solo desde la derecha ecofascista o neoliberal, sino desde la izquierda institucional, el reformismo político y ecologista, y todas esas sectillas dedicadas a buscar su éxito personal y a monetizar su disidencia controlada que, en el fondo, solo sirve para legitimar y dar un toque verde a un sistema expoliador, ecocida, genocida, profundamente antidemocrático.
GERMÁN VALCÁRCEL | Aunque sé que vivimos en una sociedad totalmente degradada por la propaganda y la manipulación, cuyo principal motor de desarrollo es la ignorancia y el oscurantismo, no puedo evitar sentir una cierta desesperación ante la polarización y ceguera colectiva con la que estamos afrontando el convulso escenario al que estamos abocados.
GERMÁN VALCÁRCEL | La crisis actual está sirviendo para que los medios de (in)comunicación empiecen a “hablar” de los límites del crecimiento, o que organismos como la Agencia Internacional de la Energía acepten lo que durante años han venido negando sistemáticamente, el fenómeno conocido como pico del petróleo (Peak Oil).
GERMÁN VALCÁRCEL | Mientras los todólogos de las redes sociales y demás clasemedianos eurocéntricos se entretienen defecando tediosas líneas sobre cuáles han sido los motivos de la guerra de Ucrania, y lo cojonudo que es ser solidario, desde su cutre salón de Ikea, los partidos políticos de Castilla y León logran el primer consenso -con VOX incluido- de la legislatura: Se suben el sueldo un 4,2%, dejando los honorarios de los miembros de la mesa de las Cortes de la Comunidad Autónoma castellano-leonesa en noventa y ocho mil euros anuales, que dividido en doce mensualidades nos da la cifra de casi ocho mil doscientos euros mensuales.
GERMÁN VALCÁRCEL | Siguen mintiendo, siguen manipulando.
GERMÁN VALCÁRCEL | Resulta difícil, tratar de razonar en la manipulada, polarizada y enloquecida sociedad en que vivimos.
GERMÁN VALCÁRCEL | Los resultados electorales del pasado domingo en Castilla-León son una muestra de la pérdida de confianza en la democracia de delegación, y la expresión del divorcio entre representantes y representados.
GERMÁN VALCÁRCEL | Si algo he aprendido a lo largo de estas casi dos décadas de escribir columnas de opinión es el precio que, con gusto, pago por pensar por cuenta propia y tratar de contar las opiniones resultantes sin pudor, ni miedo, ni ambigüedades y con un mínimo de honestidad política e intelectual.